Xbox Kinect: Un experimento mas que fallido
Aparecido en 2010 para Xbox 360, llegó con un montón de promesas
incumplidas, pero sin embargo, la dirección de la división Xbox, con Don
Mattrick a la cabeza, creía fírmemente en él. En la presentación de
Xbox One, se mostraba como una parte inseparable de la consola, algo que
la encarecía notablemente y pesó en sus comienzos. Más tarde, una de
las primeras decisiones de Phil Spencer fue separar Kinect de Xbox One, para así abaratarla y tener más opciones en el mercado, un rotundo acierto que se ha reafirmado con la presentación de Project Scorpio, que da el finiquito definitivo al dispositivo, ya que ni siquiera tendrá puerto para conectarlo.
Hoy, uno de los que más creyó en Kinect en su momento -¿alguien se
acuerda de Milo?- parece tener una opinión muy diferente. No es
cualquier, sino uno de los responsables de que la marca Xbox se
estableciera con éxito en el mercado de las consolas: Peter Molyneux,
creador de la franquicia Fable junto con su equipo, ya extinto, de Lionhead. Sabes, Kinect... Seré honesto contigo, fue un desastre, ha sentenciado en una entrevista con IGN.
Fue un descarrilamiento, añade. Comenzó como un
dispositivo que podría hacer de todo por sí mismo. No tomaba potencia
del procesador, y su campo de visión podía abarcar la habitación
completa. El audio, de lo que nadie habla, era multisensorial, podía
captar exáctamente dónde estabas por el sonido.
Pero como todos sabemos, la historia fue muy diferente. Terminó por no ser ninguna de esas cosas, continúa Molyneux. Sus promesas eran tan enormes... De hecho me recuerdan a algo de lo que ocurre ahora con la realidad virtual.
Cabe recordar que Molyneux contribuyó no solo con aquel proyecto nunca aparecido de Milo, un niño que interactuaba con el jugador a través de Kinect. También se lanzó Fable: The Journey, un juego sobre railes que ni mucho menos estuvo a la altura de la franquicia que representaba.
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